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¿Te gustaría ahorrar dinero en tu factura de la luz y el gas, reducir tu huella de carbono, y contribuir a la transición energética? Si la respuesta es sí, quizás te interese conocer más sobre la energía termosolar, una fuente de energía renovable, limpia, y abundante, que puedes aprovechar en tu propio hogar.
En este artículo, te explicamos qué es la energía termosolar, cómo funciona, qué beneficios tiene, qué aplicaciones puedes darle, y qué requisitos y costes implica instalar un sistema termosolar en tu casa. ¡Sigue leyendo y descubre todo lo que la energía termosolar puede hacer por ti y por el planeta!
¿Qué es la energía termosolar y cómo funciona?
La energía termosolar es la energía que se obtiene al transformar la radiación solar en calor. Para ello, se utilizan unos dispositivos llamados colectores solares, que captan la energía del sol y la transmiten a un fluido caloportador, que puede ser agua, aire, o una mezcla de sustancias.
Este fluido se almacena en un depósito o se usa directamente para satisfacer una demanda térmica, como calentar agua o generar electricidad.
Existen diferentes tipos de colectores solares, según la temperatura a la que operan. Los más comunes son los de baja temperatura, que se usan para calentar agua o aire a menos de 100°C.
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Estos colectores pueden ser planos o de tubos de vacío, y se suelen instalar en los tejados de las viviendas. Los colectores de media y alta temperatura se usan para generar vapor o electricidad a más de 100°C. Estos colectores pueden ser cilindro-parabólicos, de torre central, o de disco parabólico, y se suelen instalar en grandes plantas termosolares.
¿Qué beneficios tiene la energía termosolar para los hogares?
La energía termosolar tiene múltiples beneficios para los hogares que la utilizan, tanto a nivel económico, como ambiental, y social. Veamos algunos de ellos:
Ahorro económico
Al usar la energía termosolar, puedes reducir tu consumo de energía convencional, como la electricidad o el gas, y por tanto, tu factura energética.
Según el tipo y tamaño de sistema que instales, y el clima y la radiación solar de tu zona, puedes llegar a ahorrar entre el 50% y el 80% de tu gasto en agua caliente, y entre el 20% y el 40% de tu gasto en calefacción.
Además, al ser una energía renovable, la energía termosolar no está sujeta a las fluctuaciones de los precios de los combustibles fósiles, lo que te permite tener un mayor control sobre tus costes energéticos.
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Reducción de emisiones
Al usar la energía termosolar, puedes reducir tus emisiones de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono (CO2), que contribuyen al calentamiento global y al cambio climático.
Según el tipo y tamaño de sistema que instales, y el tipo de energía que sustituyas, puedes llegar a evitar la emisión de entre 500 y 1500 kg de CO2 al año. Además, al ser una energía limpia, la energía termosolar no produce contaminación atmosférica, acústica, ni visual, lo que mejora la calidad del aire y la salud de las personas.
Independencia energética
Al usar la energía termosolar, puedes aumentar tu independencia energética, es decir, tu capacidad de generar y gestionar tu propia energía, sin depender de las compañías eléctricas o de gas.
Esto te permite tener una mayor autonomía, seguridad, y resiliencia frente a posibles cortes, fallos, o subidas de precio de la red. Además, al usar una energía local y abundante, como es el sol, contribuyes a reducir la dependencia energética de tu país, y a fomentar el desarrollo sostenible de tu comunidad.
¿Qué aplicaciones tiene la energía termosolar en los hogares?
La energía termosolar tiene diversas aplicaciones en los hogares, según la temperatura y el uso que se le dé al calor generado. Veamos algunas de las más habituales:
Agua caliente sanitaria
La aplicación más extendida de la energía termosolar en los hogares es la producción de agua caliente sanitaria (ACS), es decir, el agua que se usa para la ducha, el lavabo, la cocina, o la lavadora.
Para ello, se usan colectores solares de baja temperatura, que calientan el agua que circula por su interior, y la almacenan en un depósito. Este depósito suele tener un sistema auxiliar de apoyo, que se activa cuando la radiación solar es insuficiente, para garantizar el suministro de agua caliente en todo momento.
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Un sistema termosolar para ACS puede cubrir entre el 50% y el 80% de la demanda anual de agua caliente de una vivienda, dependiendo del clima y la radiación solar de la zona.
Calefacción
Otra aplicación de la energía termosolar en los hogares es la calefacción, es decir, el sistema que se usa para mantener una temperatura confortable en el interior de la vivienda. Para ello, se usan colectores solares de baja temperatura, que calientan un fluido que circula por un circuito cerrado, y lo transfieren a un sistema de distribución, que puede ser por radiadores, suelo radiante, o aire.
Este sistema suele tener un sistema auxiliar de apoyo, que se activa cuando la radiación solar es insuficiente, para garantizar el suministro de calor en todo momento. Un sistema termosolar para calefacción puede cubrir entre el 20% y el 40% de la demanda anual de calefacción de una vivienda, dependiendo del clima y la radiación solar de la zona.
Refrigeración
Una aplicación menos conocida de la energía termosolar en los hogares es la refrigeración, es decir, el sistema que se usa para mantener una temperatura fresca en el interior de la vivienda.
Para ello, se usan colectores solares de media o alta temperatura, que calientan un fluido que circula por un circuito cerrado, y lo transfieren a una máquina de absorción, que produce frío al evaporar una solución de agua y sal. Este frío se distribuye por la vivienda mediante un sistema de conductos, rejillas, o fan-coils.
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Un sistema termosolar para refrigeración puede cubrir entre el 30% y el 60% de la demanda anual de refrigeración de una vivienda, dependiendo del clima y la radiación solar de la zona.
Electricidad
Otra aplicación de la energía termosolar en los hogares es la generación de electricidad, es decir, el proceso de convertir el calor en corriente eléctrica. Para ello, se usan colectores solares de alta temperatura, que calientan un fluido que circula por un circuito cerrado, y lo transfieren a una turbina, que acciona un generador eléctrico.
Este sistema se puede combinar con un sistema de almacenamiento térmico, que permite guardar el calor para usarlo cuando no hay sol. Un sistema termosolar para electricidad puede cubrir entre el 10% y el 20% de la demanda anual de electricidad de una vivienda, dependiendo del clima y la radiación solar de la zona.
¿Qué requisitos y costes tiene instalar un sistema termosolar en el hogar?
Instalar un sistema termosolar en el hogar implica cumplir con una serie de requisitos y asumir unos costes, que varían según el tipo y tamaño de sistema, y las condiciones de la vivienda y del entorno. Veamos algunos de los principales:
Espacio y orientación
Para instalar un sistema termosolar en el hogar, se necesita disponer de un espacio suficiente y adecuado para colocar los colectores solares.
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Este espacio suele ser el tejado o la fachada de la vivienda, aunque también se pueden usar otras superficies, como el suelo o una pérgola. Los colectores solares deben estar orientados hacia el sur, o lo más cerca posible, para captar la mayor cantidad de radiación solar posible. También deben estar inclinados según la latitud del lugar, y evitar las sombras de otros edificios, árboles, o elementos.
Clima y radiación solar
Para instalar un sistema termosolar en el hogar, se necesita tener en cuenta el clima y la radiación solar de la zona donde se ubica la vivienda. Estos factores influyen en el rendimiento y la eficiencia del sistema, y por tanto, en el ahorro y la reducción de emisiones que se pueden conseguir.
En general, cuanto mayor sea la radiación solar, mayor será el beneficio de la energía termosolar. Sin embargo, también se debe considerar la temperatura ambiente, la velocidad del viento, la humedad relativa, y la pluviometría, que pueden afectar al funcionamiento y al mantenimiento del sistema.
Tipo y tamaño de sistema
Para instalar un sistema termosolar en el hogar, se necesita elegir el tipo y tamaño de sistema más adecuado para la demanda térmica que se quiere cubrir. Esto depende de la aplicación que se le quiera dar al calor generado, ya sea agua caliente, calefacción, refrigeración, o electricidad.
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También depende del número de personas que habitan la vivienda, sus hábitos de consumo, y el nivel de confort que desean. En general, se recomienda dimensionar el sistema para que cubra entre el 50% y el 80% de la demanda anual, y complementarlo con un sistema auxiliar de apoyo.
Normativa y permisos
Para instalar un sistema termosolar en el hogar, se necesita cumplir con la normativa vigente y obtener los permisos necesarios. Estos pueden variar según el país, la región, o el municipio donde se ubica la vivienda, y según el tipo y tamaño de sistema que se quiere instalar.
En general, se debe consultar el código técnico de la edificación, el reglamento de instalaciones térmicas en los edificios, y la ordenanza municipal de energía solar térmica, que regulan los aspectos técnicos, de seguridad, y de calidad de los sistemas termosolares.
También se debe solicitar la licencia de obra, el certificado de instalación, y el boletín de enganche, que autorizan la instalación y la conexión del sistema.
Inversión y amortización
Para instalar un sistema termosolar en el hogar, se necesita realizar una inversión inicial, que se recupera con el tiempo gracias al ahorro energético y económico que se consigue.
El coste de la inversión depende del tipo y tamaño de sistema que se instala, y de los costes de mano de obra, materiales, transporte, y puesta en marcha. En general, se estima que el coste de un sistema termosolar para una vivienda oscila entre 1000 y 5000 euros, dependiendo de la aplicación y la potencia.
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El tiempo de amortización depende del ahorro que se logra, y de las posibles ayudas o incentivos que se puedan obtener. En general, se estima que el tiempo de amortización de un sistema termosolar para una vivienda oscila entre 5 y 15 años, dependiendo de la zona y el tipo de sistema.
Conclusión
La energía termosolar es una fuente de energía renovable, limpia, y abundante, que se puede aprovechar en el hogar para producir calor o electricidad.
La energía termosolar tiene múltiples beneficios para los hogares que la utilizan, como el ahorro económico, la reducción de emisiones, y la independencia energética. La energía termosolar tiene diversas aplicaciones en los hogares, como el agua caliente sanitaria, la calefacción, la refrigeración, y la electricidad.
La energía termosolar requiere cumplir con una serie de requisitos y asumir unos costes, que varían según el tipo y tamaño de sistema, y las condiciones de la vivienda y del entorno.
Si te ha gustado este artículo, y quieres saber más sobre la energía termosolar, te invitamos a visitar nuestra página web, donde encontrarás más información, consejos, y recursos sobre esta y otras energías renovables.
También puedes contactarnos si tienes alguna duda, consulta, o sugerencia, o si quieres solicitar un presupuesto personalizado para instalar un sistema termosolar en tu hogar. Estaremos encantados de atenderte y ayudarte a aprovechar el sol para mejorar tu vida y la del planeta.
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Preguntas frecuentes
- ¿Qué diferencia hay entre la energía termosolar y la energía fotovoltaica?
La energía termosolar y la energía fotovoltaica son dos formas de aprovechar la radiación solar, pero tienen diferencias en su funcionamiento y sus aplicaciones.
La energía termosolar consiste en transformar la radiación solar en calor, que se puede usar para calentar agua o aire, o para generar electricidad mediante una turbina. La energía fotovoltaica consiste en transformar la radiación solar en electricidad, mediante unas células que generan una corriente eléctrica al recibir la luz.
- ¿Qué ventajas tiene la energía termosolar frente a otras energías renovables?
La energía termosolar tiene algunas ventajas frente a otras energías renovables, como la eólica, la hidráulica, o la biomasa. Una de ellas es que el sol es una fuente de energía inagotable, que está disponible en todo el mundo, y que no depende de factores como el viento, el agua, o la materia orgánica.
Otra ventaja es que la energía termosolar tiene un menor impacto ambiental, ya que no produce ruido, residuos, ni emisiones contaminantes. Otra ventaja es que la energía termosolar tiene un mayor rendimiento, ya que aprovecha mejor la energía del sol, y tiene menores pérdidas por transmisión y distribución.
- ¿Qué inconvenientes tiene la energía termosolar frente a otras energías renovables?
La energía termosolar también tiene algunos inconvenientes frente a otras energías renovables, que hay que tener en cuenta a la hora de elegir el sistema más adecuado para cada caso. Uno de ellos es que la energía termosolar es intermitente
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