Desde la revolución industrial, el petróleo ha sido la principal fuente de energía del mundo. Sin embargo, el petróleo es un recurso finito y su uso genera grandes cantidades de dióxido de carbono, lo que contribuye al cambio climático.
Por esta y otras razones, el mercado energético está buscando alternativas a los combustibles fósiles y los paneles solares se han convertido en una de las opciones más prometedoras.
Los paneles solares convierten la energía del sol en electricidad mediante el efecto fotovoltaico. Esta tecnología se ha desarrollado mucho en los últimos años y hoy en día es más eficiente y menos costosa que nunca.
Además, los paneles solares no emiten dióxido de carbono ni otros gases de efecto invernadero, por lo que son una opción energética mucho más limpia que el petróleo y otros combustibles fósiles.
Otra ventaja de los paneles solares es que no requieren de grandes infraestructuras ni de grandes cantidades de terreno. Se pueden instalar fácilmente en techos y otras superficies expuestas al sol. Esto los hace muy atractivos para los hogares y empresas que quieren reducir su huella de carbono.
Aunque el precio de los paneles solares todavía es alto en comparación con otros combustibles fósiles, se espera que esto cambie en el futuro. En los últimos años, el precio de los paneles solares ha caído significativamente y se espera que siga cayendo a medida que la tecnología se vuelva más eficiente.
En resumen, los paneles solares son una opción energética limpia, eficiente y sostenible. Su uso está en aumento en todo el mundo y se espera que continúe creciendo en los próximos años.
¿Cuál es su propósito?
Los paneles solares funcionan mediante la conversión de la energía solar en energía eléctrica. La energía solar es captada por los paneles y luego es convertida en energía eléctrica mediante un proceso llamado fotovoltaica.
La energía eléctrica puede ser almacenada o utilizada de inmediato para alimentar a las aplicaciones eléctricas.
Los paneles solares se utilizan comúnmente para alimentar a las aplicaciones eléctricas de baja potencia, como computadoras portátiles, linternas y calculadoras.
También se pueden usar para alimentar a las aplicaciones eléctricas de mayor potencia, como bombas de agua, motores y sistemas de iluminación. Los paneles solares también se pueden utilizar para recargar las baterías, lo que les permite almacenar energía para su uso posterior.